Crónica de Baja California Sur.


!Feliz año 2018 a todos! ¿A estas alturas de enero? Ya sé (que dicen los Méxicanos)!
Cierto es que llevamos ya varios días estrenando año y que la mayoría han vuelto a sus rutinas. Nosotras también en breve volvemos a la ruta tras un mes con el ancla echada en La Paz.

Un año más, tuvimos un lindo regalo de Navidad gracias a Couchsurfing: cuidar la casa de Cristina y otras estudiantes de maestría, que iban de vacaciones con sus familias, durante casi un mes en la capital de la Baja California Sur. 

¿Qué dónde es eso? La Baja California es la península en el Pacífico que le sale al norte de México, unos 2.000 km entre Los Cabos y Tijuana. En la punta sur hemos pasado varias semanas, en el límite del Trópico, es decir en pantalón corto y camiseta en pleno invierno (cuando no sopla el frío viento que se cuela desde las llanuras de Canadá y Estados Unidos).

Es una tierra vacía de gente, rica en minerales, poblada de cardones (cactus). Paisajes fotogénicos por el contraste entre un desierto rocoso y el mar turquesa del Mar de Cortés o el fuerte Océano Pacífico.


Los Cabos fue nuestro primer contacto con la península, aunque al llegar a esta punta en el extremo sur tuvimos la sensación de estar en una isla lejana. Para llegar por tierra son miles de kilómetros(imagina, casi 6.000 km a Cancún!), el ferry desde Sinaloa también tarda varias horas (y no es tan barato) o, la vía fácil, tomar un vuelo, menos de 2 horas y algo menos de 30€ como lo hicimos nosotras desde el centro de México.

Los Cabos es una zona turística, muy famosa entre los Gringos (no estamos tan “lejos” de California). 40 km de costa repleta de condominios, resorts “all inclusive”, campos de golf en medio del desierto, shopping malls, ATMs (cajeros de elevadas comisiones) en cada esquina, farmacias (sí, para comprar “pills” sin prescripción). Una locura! Y faltan las casas de varios millones de dólares (dicen, muchos famosos de Hollywood tienen alguna); mira cualquier folleto de "Real Estate" y alucinarás.

Así es que los Mexicanos se van a vivir a colonias en mitad de la nada, sin vistas ni mar, pero que cuestan muchos menos Pesos. Música norteña, tortillas de harina más que de maíz, mucha gente grande y gorda y un transporte público cada vez más limitado y caro. Estamos en el Norte de México. Casi nadie es de la Baja: en los últimos 20 años han ido llegando gentes de todo el norte buscando  oportunidades en esta tierra "joven"en pleno boom inmobiliario. Iván, nuestro couch en San José del Cabo, llegó de Coahuila para montar aires acondicionados (menos mal no llegamos en pleno verano, dicen es un infierno!). O Diana de Guerrero, que nos acogió en Cabo San Lucas, y trabaja como muchos en hostelería. “El hotel está sólo al 30% y el año pasado estaba al 80%. Los Cabos está tomando mala fama,  los problemas han llegado también acá, hasta balaceras!”. 

Lo cierto es que no faltaban algunos Mexicanos y muchos Gringos por la playa, cerveza o tequila en mano, entre cientos de rebuscadores vendiendo “artesanías”. Música a todo volumen: San Lucas tiene fama para el desmadre y la fiesta. Tours en lancha al famoso Arco, pero preferimos ir solas caminado entre rocas de granito a la Playa del Amor (y a la del Divorcio, toma nombres), con granizada y todo incluida! Tours de pesca (hay enormes ejemplares de marlín), con show de focas y pelícanos al regreso entrando en la concurrida marina. Cruceros y barco pirata. Vamos,  no nos aburrimos mirando al personal en San Lucas. Y viendo las timadas que les pegan los Mexicanos a los Gringos. Yeah!
Seguimos ruta hacia La Paz gracias al “raite” (como le dicen al “ride” o autostop por estas tierras) que nos dieron nuestros couchs, parando en Todos Santos. Fue una antigua misión al igual que San José y contrasta por sus palmeras tipo oasis y el verdor de los cultivos. Comimos tacos de pescado con tortillas de harina, famosos en toda la península. Y nos tomamos la foto típica en el Hotel California (dicen es el de la canción de The Eagles, "welcome to the Hotel California", ¿será?).

La Paz es una ciudad con más de 200.000 habitantes, comercial y de servicios, con puerto y aeropuerto, instituciones y funcionarios. Hay importantes centros y universidades de biología marina, como donde Cristina y sus roomates estudian la diversidad de estos mares. Y como a los Mexicanos además de las abreviaturas (BCS es Baja California Sur) les encantan las etiquetas, pues dicen que La Paz es la "capital mundial de la ballena" (también visitamos por México la del aguacate, la plata …)


Tiene un malecón de varios kilómetros (algo excepcional en México, donde los hoteles ocupan el litoral) y unos bellos atardeceres y nubes especiales. Las mejores playas de la zona están a varios kilómetros, porque todo es distante en la Baja.

Tecolote y Balandra nos dejaron los ojos llenos de imágenes surrealistas, con los contrastes entre el turquesa del mar, las dunas de arena blanca, rocas conglomeradas y la tierra quemada con cardones. Belleza de otra planeta y es que la Baja tiene origen volcánico (seguimos en el cinturón de fuego activo del Pacífico). Hasta pudimos nadar, en un baño frío y tonificante en estos meses más frescos. Y despedir el año en la playa!


Las fiestas de fin de año han sido tranquilas en esta parte de México. Muchos trabajaban, el comercio permanece abierto todos los días incluso festivos. Al no ser de acá, varios vuelven con sus familias. Así es que nos perdimos las “posadas” típicas en muchas regiones, 9 días antes de la Navidad, paseando por la calle al estilo de José y María en busca de un “belén”, excusa para festejar entre Mexicanos. Sí probamos el “ponche”, una bebida dulce con frutas, típico de estas fechas. 

Y poco más que contar. En breve retomaremos ruta, rumbo a Tijuana, por la única carretera que atraviesa la península. Casi 2.000 km nos separan de la frontera con Estados Unidos. Esperamos que el buen clima se mantenga porque tendremos acampada y en pleno invierno podemos pasar algo de frío en las noches del desierto. Iremos con calma, como los jubilados del norte (les dicen “snowbirds”) que vienen por estos lares para escapar del frío invierno, porque parece que hay más Gringos que Mexicanos recorriendo el litoral de esta parte baja de California. 

Veremos lo que nos deparan estas semanas, tras ya más de 8 meses en este México lindo y querido que ya llevamos dentro.

Estuvimos en Los Cabos-La Paz (BCS) en diciembre 2017-enero 2018.


Puedes ilustrar esta crónica con nuestra FOTOGALERIA DE BAJA CALIFORNIA SUR.

Y si quieres escuchar música actual mexicana: ANGELES AZULES y la Cumbia Mexicana.

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